ACULTURACIÓN - GLOBALIZACIÓN
Aculturación es el nombre que recibe un proceso
que implica la recepción y asimilación de elementos culturales de un grupo
humano por parte de otro. De esta forma, un pueblo adquiere una filosofía
tradicional diferente a la suya o incorpora determinados aspectos de la cultura
descubierta, usualmente en detrimento de las propias bases culturales. La
colonización suele ser la causa externa de aculturación más común.
En este sentido, y partiendo de dicha premisa podemos
subrayar como ejemplo el momento histórico del descubrimiento de América por
parte de Cristóbal Colón. Y es que dicha acción dio lugar a que los indígenas
de las mencionadas zonas descubiertas se vieran en la obligación y en la
necesidad de llevar a cabo un proceso de aculturación. Así, entre otras cosas,
tuvieron que ir asimilando las creencias religiosas cristianas de España.
Una nación esta que siglos atrás se encontró en la
posición de los citados americanos y es que, cuando se produjo la llegada del
Imperio Romano a la Península Ibérica dicha tierra, sus ciudadanos, no tuvo más
opción que ir haciendo suyas determinadas tradiciones, formas de funcionamiento
de la sociedad o creencias que pertenecían a aquel
Pero los casos similares a estos que se han producido a lo largo de la historia de la humanidad son muchos y variados. Entre los mismos también puede resaltarse que los aborígenes africanos durante el siglo XIX se vieron sometidos a un proceso de aculturación, tanto en cuanto a valores religiosos como a costumbres o a la lengua, por culpa de los diversos movimientos colonizadores a los que se vieron sometidos.
Los procesos de aculturación poseen distintos grados de supervivencia, dominación, resistencia, destrucción, modificación y adaptación de las culturas nativas una vez producido el acercamiento intercultural. Este procedimiento contempla la interiorización, la valoración y la identificación de los valores culturales.
La aculturación puede llevarse a cabo por la influencia de una corriente ideológica sistemática, consistente y que se mantiene en el tiempo, aunque en casos más simples termina imponiéndose la cultura por el peso que posee la mayoría respecto a otra filosofía cultural.
Hay especialistas que diferencian entre la aculturación de un individuo (denominada como transculturación) y de un grupo humano. El concepto también ha generado debate en las comunidades actuales de perfil multicultural, en la cual los descendientes de inmigrantes son estimulados a adoptar una cultura dominante aunque se los llama además a aprender sobre la cultura familiar.
Otras nociones relacionadas con la aculturación son el sincretismo (un sistema filosófico integrado por elementos que nacen de la unión y la conciliación de doctrinas distintas), la enculturación (el proceso mediante el cual una cultura establecida se enseña a una persona con la repetición sus normas y valores aceptados) y la comunicación intercultural (analizada por diferentes disciplinas, como la antropología, la psicología y las ciencias de la comunicación social).
La globalización
Este proceso originado en la Civilización occidental y que se ha expandido alrededor del mundo en las últimas décadas de la Edad Contemporánea (segunda mitad del siglo XX) recibe su mayor impulso con el fin de la Guerra Fría, y continúa en el siglo XXI. Se caracteriza en la economía por la integración de las economías locales a una economía de mercado mundial donde los modos de producción y los movimientos de capital se configuran a escala planetaria («nueva economía») cobrando mayor importancia el rol de las empresas multinacionales y la libre circulación de capitales junto con la implantación definitiva de la sociedad de consumo. El ordenamiento jurídico también siente los efectos de la globalización y se ve en la necesidad de uniformizar y simplificar procedimientos y regulaciones nacionales e internacionales con el fin de mejorar las condiciones de competitividad y seguridad jurídica, además de universalizar el reconocimiento de los derechos fundamentales de ciudadanía. En la cultura se caracteriza por un proceso que interrelaciona las sociedades y culturas locales en una cultura global (aldea global), al respecto existe divergencia de criterios sobre si se trata de un fenómeno de asimilación occidental o de fusión multicultural. En lo tecnológico la globalización depende de los avances en la conectividad humana (transporte y telecomunicaciones) facilitando la libre circulación de personas y la masificación de las TIC y el Internet. En el plano ideológico los credos y valores colectivistas y tradicionalistas causan desinterés generalizado y van perdiendo terreno ante el individualismo y el cosmopolitismo de la sociedad abierta. Los medios de comunicación clásicos, en especial la prensa escrita, pierden su influencia social (cuarto poder) frente a la producción colaborativa de información de la Web 2.0 (quinto poder).
Mientras tanto en la política los gobiernos van perdiendo atribuciones en algunos ámbitos que son tomados por la sociedad civil en un fenómeno que se ha denominado sociedad red, el activismo cada vez más gira en torno a movimientos sociales y las redes sociales mientras los partidos políticos pierden su popularidad de antaño, se ha extendido la transición a la democracia contra los regímenes despóticos, y en políticas públicas destacan los esfuerzos para la transición al capitalismo en algunas de las antiguas economías dirigidas y la transición del feudalismo al capitalismo en economías subdesarrolladas de algunos países aunque con distintos grados de éxito. Geopolíticamente el mundo se debate entre la unipolaridad de la superpotencia estadounidense y el surgimiento de nuevas potencias regionales, y en relaciones internacionales el multilateralismo y el poder blando se vuelven los mecanismos más aceptados por la comunidad internacional. La sociedad civil también toma protagonismo en el debate internacional a través de ONG internacionales de derechos humanos que monitorean la actividad interna o externa de los Estados. En el ámbito militar surgen conflictos entre organizaciones armadas no-estatales (y transnacionales en muchos casos) y los ejércitos estatales (guerra contra el terrorismo, guerra contra el narcotráfico, etc), mientras las potencias que realizan intervenciones militares a otros países (usualmente a los considerados como Estado fallido) procuran ganarse a la opinión pública interna y mundial al formar coaliciones multinacionales y alegando el combate a alguna amenaza de seguridad no sin amplios debates sobre la legitimidad de los conceptos de guerra preventiva e intervención humanitaria frente al principio de no intervención y de oposición a las guerras.
La valoración positiva o negativa de este fenómeno, o la inclusión de definiciones alternas o características adicionales para resaltar la inclusión de algún juicio de valor, pueden variar según la ideología del interlocutor. Esto porque el fenómeno globalizador ha despertado gran entusiasmo en algunos sectores, mientras en otros ha despertado un profundo rechazo (antiglobalización), habiendo también posturas eclécticas y moderadas.
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